Son muchas las personas que me
llegan preocupadas debido a que se sienten con muy poca energía, desgastadas y
sin fuerzas ni motivación para seguir adelante en sus vidas y no saben porqué. Si preguntamos si tienen en estos momentos
algún problema personal, la respuesta en muchos casos es que no. Si que me encuentro un denominador común, y
el caso es que, a pesar de que estas personas tienen buena salud y no describen
problemas personales, ni enfermedad alguna, si que trabajan o dedican parte de
su tiempo al cuidado o la atención de personas enfermas, con alguna dolencia o
dependientes. Ahá! Ahí está la clave.
Las personas que trabajan en
hospitales, centros de salud, centros de mayores, ayuda a domicilio, o que
tienen oficios como masajistas, fisioterapeutas,… están sujetos a que su sistema
energético se desequilibre y no esté en un nivel óptimo. Sus energías se ven
mermadas por la cercanía a contextos y a personas en las cuales el nivel vibratorio es muy bajo y está en desequilibrio, produciéndose así un desgaste
extra del cuidador o el terapeuta. Esto ocurre de forma natural e inconsciente
al estar en contacto con entornos donde se dan emociones mal gestionadas como
el miedo, la rabia, la apatía, estrés,…estas emociones hacen que baje la
frecuencia de nuestra vibración y deriva en “bloqueos” y “bajones de
energía”.
Normalmente, es el chakra raíz el
que se ve afectado en primera instancia, nuestra base, es la puerta de entrada
de la energía de la tierra. Si hay bloqueo en este centro, ni absorbemos la energía
que necesitamos, ni descargamos aquello que nuestro cuerpo no es capaz de
resolver y no encontramos motivos para estar aquí. No obstante, aunque la mayor incidencia se
produce en el chakra base, se producen repercusiones en el resto de chakras y
en todo el sistema energético, ya que no funcionan como centros energéticos
aislados, sino dentro de un circuito.
En estos casos, el Reiki se convierte en una terapia
inmejorable, ya que contribuye a que enraíces, disuelve y limpia los bloqueos y nudos energéticos, armoniza el sistema nervioso y
energético. Previene el desgaste
energético y el estrés, aportando una agradable sensación de paz y tranquilidad al espíritu.
Además, tras recibir Reiki los beneficios los pueden notar después los
terapeutas y cuidadores en el trabajo y
en sus pacientes, ya que ellos también van a sentir este bienestar que tu estás experimentando a
través de la atención mejorada que se le presta. Tras el tratamiento de Reiki
se tiende a recuperar la vitalidad y las
ganas de vivir.
Si estás pasando por esta situación o reconoces los síntomas que hemos descrito, podemos ayudarte.
Contacta con nosotros en el teléfono 639 67 50 24.
No hay comentarios :
Publicar un comentario